viernes, 9 de febrero de 2018

El Hemisferio Oriental




El Hemisferio Oriental  comienza en la cúspide de la Casa IV y finaliza en la cúspide de la casa X

Su punto básico es el Descendente, el foco de este Hemisferio está en la percepción personal de lo social y en el reconocimiento de la identidad del otro. Aquí el tema básico se refiere a la expresión de la propia imagen reflejada. Cuando la mayoría de los planetas se sitúan en este Hemisferio, la persona no posee tanta libertad de acción como para determinar la dirección que tomará su vida; a menudo sus asuntos vitales y sus intereses personales dependen más de los otros que de sí mismo. Esta es la criatura del destino, pero no necesariamente su peón. Para esta persona, será más difícil ser reconocida y aceptada por su propia y autentica individualidad, y es más factible que se convierta en una creación de su medio ambiente o en un producto de su tiempo.

Las relaciones serán esenciales para estimular la manifestación natural de su ser y se desarrollará mejor cuando aprenda a ajustarse adecuadamente a las necesidades de los demás. Las acciones que lleve a cabo deberán ser ventajosas para todas las partes si quiere establecer un equilibrio correcto. A diferencia de una persona con énfasis en el Hemisferio Occidental, estará más sintonizado con el proceso de compartir y actuará a menudo según los resultados finales probables que sus acciones tengan sobre los otros. Cuánta más atención y consideración demuestre por los demás, más dispuestos estarán estos a obrar en su favor y a tenderle una mano.

Este es el Hemisferio por donde el Karma sale, la persona se sentirá atraída por las experiencias de la vida que le exijan relacionarse con la gente. Rara vez se beneficia cuando quiere hacer las cosas a su manera a expensas de los demás, (aunque en la mayoría de los casos no será capaz de actuar así)

Aunque esta persona tendrá aparentemente menos control sobre el desarrollo de las oportunidades que vienen a él (puesto que generalmente no es su promotor), usualmente también se le considera responsable de sus errores, fracasos o fallos, ya que casi siempre hay alguien más implicado en el asunto. Si hubiese 6 o más planetas en este Hemisferio, la persona mostrará una expresión desequilibrada al volverse demasiado dependiente de los otros a la hora de establecer su identidad social. Dejará que los demás controlen y manejen su destino más allá de lo que podría beneficiarlo. Normalmente tendrá una mayor carencia de determinación y confianza en sí mismo, que en el caso de una persona con énfasis en el Hemisferio Occidental. Esto puede provocar que los demás abusen de él o le impongan sus puntos de vista con facilidad. Por otra parte, la persona tendrá propensión a servirse de los demás para su propio beneficio, ya que este Hemisferio sugiere que la persona es capaz de aplicar estrategias en sus relaciones. Tendrá dificultades para relacionarse consigo mismo a niveles profundos, especialmente para emprender acciones personales. Le resultará trabajoso tomar sus propias decisiones solo, y se apoyará demasiado en los demás para realizar aquello que debería abordar por sí mismo.

Los Hemisferios Oriental y Occidental son opuestos polares naturales. Cuando nos focalizamos intencionadamente en la expresión dinámica de un Hemisferio, excluyendo a su polaridad, se desarrollan perspectivas conflictivas y a veces distorsionadas. Necesitamos resolver este dilema y volver a equilibrar nuestra percepción, aprendiendo a concentrar nuestra atención en la integración de las funciones positivas del Hemisferio opuesto. Todas la polaridades (o factores opuestos del horóscopo) suelen actuar así. Lo mismo ocurre en los Hemisferios Norte y Sur.

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