La Carta Astral, es un gráfico posicional del Sol, la Luna y los planetas a una latitud y longitud determinada de la Tierra en el momento del nacimiento.
En la carta se sitúa la eclíptica, (trayectoria anual aparente del Sol) a través del cielo, se divide el firmamento en 12 casas que comprenden el periodo de 24 horas durante el cual la Tierra completa un giro alrededor de su eje, dominada cada una de ellas por un signo diferente del zodíaco.
Cada casa está relacionada con determinadas situaciones, cada una tiene un significado diferente, y se realiza el estudio interpretando la posición de los astros dentro de los signos y las casas del horóscopo.
A cada planeta (incluyendo el Sol y la Luna) se le da un significado particular dependiendo del lugar de la eclíptica en que aparece dicho planeta.
Cada planeta representa tendencias y cada signo un conjunto de características. Cuando los astrólogos designan a una persona por un signo determinado, se están refiriendo al signo solar de esa persona, esto es, al signo que el Sol ocupaba en el momento de su nacimiento, eso nos da ciertas características comunes, dependiendo claro está del día en que nació, no es lo mismo nacer en los primeros días de Aries, el 21 de Marzo que el último, aunque tengan muchas cosas en común. El Ascendente, sólo lo sabremos si conocemos la hora de nuestro nacimiento y nos dirá cómo nos perciben los demás, nuestra forma de comportarnos y ciertas características de nuestro físico.
La Astrología revela tendencias y predisposiciones, es el estudio de todo aquello que con las inevitables probabilidades de error, interpreta el Astrólogo. Los Astros predisponen, no determinan, ya que el hombre tiene la capacidad para poder cambiar en gran medida las influencias indicadas en el horóscopo. Si el hombre permite que los astros le dominen, entonces es cuando se convierte en la víctima de su destino; pero el hombre sabio y prudente es aquel que rige a sus estrellas
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