Al Sol y la Luna se llaman también planetas en el sistema geocéntrico o astrológico y, además, se les denomina Luminarias, una del día y otra de la noche. Luminaria diurna es el Sol y luminaria nocturna, la Luna.
Astrológicamente a la Tierra no se le considera planeta porque está en el centro del sistema, intelectualmente fija como punto de referencia central. Es decir, el movimiento de los demás astros se observa considerando a nuestro planeta como eje fijo, aunque sólo sea aparentemente.
Los astrólogos antiguos, en teoría, sólo conocían los planetas visibles a simple vista, los llamados Siete planetas tradicionales: Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
Las clasificaciones planetarias más importantes son las superiores, tienen órbitas mayores que la terrestre, a la que pertenecen los planetas, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón; las inferiores porque poseen órbitas más interiores que la de la Tierra a la que pertenecen los planetas, Mercurio y Venus.
Los planetas tienen otras clasificaciones tales como: Masculinos, asociados de acuerdo al sexo del personaje mitológico, es decir, si son dioses, Sol, Mercurio, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. Femeninos, diosas de la mitología, Luna y Venus. Positivos o Eléctricos, emiten, ya que dan características de actividad externa, extroversión, expansión, Sol, Marte, Júpiter y Plutón. Negativos o Magnéticos, captan, poseen cualidades receptivas y de atracción. Luna, Venus, Saturno y Neptuno. Variables, Mercurio y Urano, porque su tónica depende del signo en que estén y de sus relaciones con los demás. Benéficos o Armónicos, siendo más correcta la segunda denominación, ya que podrían llegar a ser desarmónicos debido a otros factores del horóscopo, pero en principio y por su naturaleza esencial, dan cualidades beneficiosas al yo y proveen de experiencias agradables o felices; siendo el benéfico mayor, Júpiter y el menor Venus.
El Sol puede considerarse con tendencia a ser armónico. Los Maléficos o Desarmónicos, serían, Saturno como desarmónico mayor y Marte como menor, aunque pueden llegar a ser armónicos si poseen una buena posición en el horóscopo, pero en esencia tienen una energía que con cierta facilidad puede generar desequilibrios o experiencias duras, así como dan un carácter psicológico difícil.
La Luna puede considerarse con inclinación a ser desarmónica. En un ser humano espiritualmente desarrollado estos astros deberían demostrar sus buenas características o, cuanto menos, la persona va poco a poco controlando las posibles complicaciones que pueden generar estos planetas. En un ser poco evolucionado internamente estos astros poseen mayor probabilidad de ser fuente de importantes desequilibrios. Esta sería la explicación para que los pronósticos de una carta astral se cumpla en unas personas y no en otras.
Los planetas fecundos, es decir que colocados en ciertas posiciones del horóscopo dan tendencia a la fertilidad, en lo que a los hijos se refiere, son: Luna, Venus, Júpiter y Plutón. Los moderadamente fértiles son: Sol, Mercurio, Urano y Neptuno. Los estériles, ya que en posiciones relacionadas con ello dan inclinación a la esterilidad o las dificultades en el embarazo, son: Marte y Saturno. Los artísticos: Sol, Luna, Venus y Neptuno. Los deportivos: Sol, Marte y Júpiter. Los mentales o intelectuales: Mercurio, Saturno y Urano. Los religiosos: Luna y Neptuno. Los alegres: Sol, Venus y Júpiter. Los relacionados con el trabajo físico: Sol, Marte, Saturno y Plutón. Los tristes, es decir aportan melancolía, carga, confusión, pruebas: Luna, Saturno, Neptuno y Plutón.
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